martes, 18 de agosto de 2015

La historia de la pelirroja, capítulo III: Fin de año

Tras el incidente de Halloween, las cosas no mejoraron para Sofía. Lo que parecía una escena de celos de un novio celoso, se tornó mucho mas serio cuando un par de días después de lo sucedido apareció Eduardo en casa con todas las pertenencias de la chica que él tenía, dejandoselas y sin decir nada marchandose luego del lugar.
Con eso se habían acabado más de 4 años de relación.

Ya en noviembre estaba comenzando a tener algunos trabajos en mi loca incursión con la fotografía, pero entre eso y tratar de ayudar a Sofía, me estaba desastibilizando un poco. Ya había pasado por una ruptura ese año, y tener que estar ahí frente a otra -y mas encima ser el responsable- hacía que tratara de sacar lo mejor de mi para animarla.
Pero no había caso.

La Sofía que yo conocía, la chica alegre, con muchos temas para hablar, muy risueña y con una mirada muy calida había desaparecido. Cuando salíamos se que se esforzaba mucho por no deprimirse, trataba de hablar y sonreir, pero los silencios eran cada vez mas largos y las miradas tristes igual. Internamente me estaba comenzando a afectar y me desconcentraba en mis trabajos por estar pendiente de ella. Tenía que hacer algo por tratar de recuperar a mi amiga, esto ya se estaba saliendo de control.

La respuesta llegó en la última semana de noviembre, salimos por un café, ella se había arreglado por primera vez en días, vestía con una falda de colores variados que no recordaba haberle visto antes pero aún así lo mas importante de todo era que sonreía al hablar y se notaba que no era forzado.

- Estoy en terapia - me dijo cuando nos sentamos en la cafeteria - se que es idiota pero necesito desahogarme y reparar algunas cosas mías, no es bueno estar así y principalmente acarreandote a ti, de verdad lo siento - tomó un sorbo - Tu debes entender muy bien lo que es terminar una relación larga, Aveline es una persona importante en tu vida y si bien es un poco extraño ese vinculo que parecen tener, ella y tu siguen ahí. Eduardo fue...es una persona muy importante para mi, Habíamos sido amigos durante unos años antes de que iniciaramos una relación, estuvo conmigo en buenas y malas... -suspiró - pero no quiero contarte toda mi vida con el, no mereces eso.-

- Mira, yo te voy a escuchar si eso es lo que necesitas - le respondí - además... -

Me interrumpió con su dedo en mis labios

- Escuchame, esto es lo que quiero hacer...o sea no es lo que quiero pero es lo que debo hacer al menos un tiempo ¿si? - me miró y me sonrió calidamente, juro que me derretí por dentro con esa mirada - Tu eres una persona importante, en estos meses has hecho mucho por mi, en estas últimas semanas has estado aún sin que te correspondiera y no quiero interrumpirte en tu trabajo. - salieron un par de lagrimas de sus ojos pero ella seguía sonriendo - He sido una egoista, hice que te preocuparas y descuidaras tus cosas. Yo no estoy bien emocionalmente hablando, y te estoy acarreando con mis problemas-

Un silencio un poco incomodo se tornó en ese momento, no fue mucho rato pero se sintió una eternidad, ella miraba a la ventana, practicamente parecía pelear consigo misma para lo que viniera.

- Necesito que nos alejemos un tiempo, quiero poner mis cosas en orden, quiero estar bien, quiero volver a sentirme yo misma y no tener días buenos y días malos. Quiero que durante estos días no hablemos, no me busques, yo te voy a buscar cuando me sienta mejor y pueda volver a ser yo misma-

- ¿Que?-

Se levantó de la mesa, me dio un beso en la frente y me dejó sentado ahí, con el café caliente, helado y sin saber que hacer en ese momento.

ÚLTIMOS DÍAS DE DICIEMBRE

Durante las semanas que siguieron no hablamos, no la llamé (por mas que quisiera hacerlo para saber como estaba) y me comencé a enfocar en mi trabajo, en sacar nuevas cosas y demostrarle a mis padres que si iba en serio con lo que hacía (luego de cambios de carreras varios, entenderán el que no tuviesen mucha confianza) .
Se acercaba año nuevo en pocos días y no tenía planes, mis amigos ya tenían planeado algunas cosas y yo lo celebraría con mi familia y eso sería, no era mucho lo que iba a hacer.

El día antes del 31 Sofía me llamó al celular.

- ¿Estás libre mañana para año nuevo? - me preguntó

- Sí, o sea lo celebraré con mi familia y luego de eso no tengo nada más .-

- ¿Vamos a ver los fuegos artificiales de la Torre Entel? -

- ¿Estas segura? -

- Sí, me siento mucho mejor y creo que sería un lindo reencuentro hacerlo mañana -

No fue dificil convencer a mis padres que celebraría en otro lado, ya les daría el abrazo correspondiente al día siguiente.

Nos encontramos a la noche siguiente en el metro y caminamos hacía el lugar, un mar de gente nos recibió, todos ahí para festejar la llegada del nuevo año. Comimos algo por ahí y luego nos sentamos a esperar, hablamos durante largo rato, ella ya se sentía mejor, me confesó que no fue sólo conmigo sino con mas gente el tema de alejarse ya que necesitaba despejarse y estar mejor.

Y llegó la cuenta regresiva, nos fuimos a la cera, lo mas cerca posible de la torre para ver los fuegos. 10...9...8...7...6...5...4...3...2...1

Al final de la cuenta, ella me mira, me sonríe, toma mi rostro con una mano y con la otra me abraza al cuello, ella es quien me da un beso. Cuando reacciono, la abrazo y le correspondo, nos quedamos así un rato mientras la gente gritaba, tiraba challas, se destapaban botellas de champagne y la música sonaba a todo dar.

- Gracias por todo - me dice cuando nos separamos.

Feliz año nuevo, adiós 2009 y hola 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario