domingo, 20 de septiembre de 2015

Un regreso inesperado

Para alegría de muchos (gracias a los que me mandan los posteos de apoyo en facebook o twitter) y para desagrado de otros he vuelto por acá.
No estaba muerto ni andaba de parranda. Este último mes lo he pasado LLENO de trabajo, lo que no es malo, pero aún así terminaba tan agotado que me decía "Ya, voy a actualizar el blog" y prefería hacer otras cosas.
Me estaba ganando mi autoaguinaldo del "18" para pasar las fiestas patrias entre familia, salir y hacer vida social.

Mi comadre bloggera quien es por quien me inspiré a hacer este blog me dijo que escribiera varias entradas y luego cuando quisiera publicarlas le hacía una pequeña revisada para luego tirarlas, asi que eso voy a hacer.

Pero ahora partamos con la historia que me trae de vuelta, esto debería haberlo escrito hace tiempo..pero ya ven, el trabajo manda.


Esto no estaba planeado por cierto ya que tengo las ideas para una "primera temporada" de Soltero en Casa, pero esto ameritaba una entrada.

A finales de julio y principios de agosto, me quedé de juntar con una amiga que no veía hace tiempo, ella estaba pasando por un problema bastante complicado que yo conocía de antes y necesitaba consejo. Por temas de estudios y trabajos, estuvimos aplazando la salida hasta que ambos pudimos coordinar un día.
Nos juntamos esa tarde y fuimos a tomar un café a un local que actualmente es uno de mis favoritos, como estaba un poco atrasado con entregas de trabajo, decidí llevarme el notebook y así trabajar allá mientras la esperaba pero llegó antes, por lo que no pude hacer mucho.

Conversamos y nos pusimos al día en nuestras vidas y la ayudé en sus problemas hasta que se tuvo que ir, yo finalmente me puse a trabajar y alcancé a mandar todo lo pendiente antes que cerraran el local a eso de las 20hrs.
Esa noche hacía mucho frío -¿algo tienen mis historias con el clima?- me compré un último café y me fui caminando a casa.

Cuando ya faltaban una cuadra para llegar me cruzo con un grupo de chicas que hablaban en inglés, como llevaba todas mis cosas me disculpé al pasar, mis ojos se fijaron en una de ellas y ella igual, nos quedamos mirando unos segundos por inercia de mi parte hasta que me doy vuelta para seguir PERO

Ella dice mi nombre, me doy vuelta

- Soy yo, ¿no me reconoces?-

Era Jessica, estaba en Santiago, habían pasado 2 años de la última vez.

No estaba preparado para esto, mis piernas se convirtieron en jalea y me puse nervioso, hablé en el peor inglés de mi vida (estoy seguro de ello), Jessica me presentó a las personas con las que estaba (una prima y una sobrina), se quedaba por una semana mas y como pude se me ocurrió preguntarle si le gustaría salir antes que se volviese

- Me encantaría! - respondió animada - Tu tienes mi Whatsapp, asi que escríbeme y nos ponemos de acuerdo -

Comenzamos a hablar de nuevo por varios días, como ahora sabía hablar bien español (con ese toque gringo) la conversa se hacía un poco mas fácil.

Unos días antes que se fuera, nos juntamos por un café a conversar mas. Seguía igual que antes, sólo que como se había teñido el cabello mas claro y usaba lentes mas frecuentemente no la había reconocido al comienzo.

- Bueno, yo me voy a Australia pronto, me llegaron unos trabajos allá, pero siempre estaré viniendo a Santiago -

Me alegraba verla de nuevo, aún cuando la última vez lo habíamos "cerrado bien", siempre me sentí un poco mal por como se habían terminado las cosas.

- Y si vamos a comer a algún lado?- le pregunté. Internamente tenía la idea que a lo mejor podríamos retomar las cosas donde las habíamos dejado, no me molestaba el hecho de que pasara viajando, ella mismo decía que vendría seguido (y yo podía juntar dinero e irme también), vamos, en mi cabeza me estaba pasando las ideas de que podría funcionar.

- Claro, no es mala idea, ahora no me pierdo, ya conozco harto de aquí -

- Ah si, Por? -

- Mi novio me ha mostrado hartos buenos locales de aquí -

Fue como un balde de agua fría, pero al mismo tiempo era esperable. Habían pasado 2 años de la última vez que nos vimos ¿acaso cada uno no continuaba su vida? Y claro, no es que iba a pasar tanto tiempo soltera -como quien les escribe-


Estuvimos hablando el resto de la tarde en el café y luego nos despedimos. Cada uno siguió su camino en su vida, y a Jessica le gusta viajar, es nomade y siempre ha sido una mujer de alma libre e inquieta.

Hablamos un par de veces mas por whatsapp y luego de ahí volvimos a perder comunicación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario